Crisis social

Violento saqueo a un supermercado: temen por una ola de robos

Los delincuentes se robaron una moto y los dueños se defendieron a los botellazos.
Los delincuentes se robaron una moto y los dueños se defendieron a los botellazos.

Era cuestión de horas y finalmente comenzaron los saqueos en este contexto de crisis social que, sumado a la situación actual que produce el Coronavirus, generaron un combo explosivo. Este lunes se produjo un violento saqueo en un supermercado de nuestra ciudad en el que afortunadamente no hubo que lamentar heridos.

Al parecer, según los trascendidos, ya habrían sido cuatro los comercios que sufrieron este tipo de accionar en modo piraña, en donde grandes grupos de personas ingresan por la fuerza y se llevan todo tipo de mercadería. Por lo tanto, ante los rumores y el temor de sufrir un robo de esa naturaleza, varios locales decidieron bajar sus persianas.

El primero se habría registrado en el supermercado chino de nombre Siria, en el cual cerca de las 14 horas los vecinos comenzaron a escuchar gritos y el ruido de vidrios rotos. A los pocos segundos, tal como se puede observar en el video, se ven a un grupo de gente ingresando y retirándose con varios objetos entre sus manos.

Entre otras cosas, los delincuentes se habrían llevado la caja registradora y la moto de un cliente que estaba comprando. “Ciudensé, no salgan de sus casas porque andan en patota, está saqueando”, es uno de los tantos mensajes que comenzaron a circular en los teléfonos celulares de los vecinos de Pergamino, alertando sobre esta situación.

Según los testigos, habría sido entre 10 y 20 las personas que ingresaron al supermercado con fines delictivos. Por lo pronto, las fuerzas de seguridad comenzaron a montar un despliegue para evitar que se repita en otros comercios y, se cree que los que perpetuaron el hecho son parte de una banda que se dedica al robo en esta modalidad.

Los dueños se defendieron a los botellazos, y según detalló una de las empleadas en los alrededores “se había juntado mucha gente, veo que viene uno corriendo y pegué el grito para que cierren. Cuando vino uno ya llegaron como veinte personas. Entre 15 y 30 años, con el torso desnudo y las caras tapadas”.

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