Pese a que la Municipalidad de Pergamino seguía negando que el agua esté contaminada, ahora no sólo lo confirma el informe que mandó a realizar el Juzgado Federal Nº 2 de San Nicolás, sino la propia Corte Suprema Justicia de la Nación.

Mientras, vecinos que impulsaron las causas judiciales, denuncian amenazas de muerte. Ahora las autoridades deberán decidir entre la vida y los millones de la muerte.

El informe técnico del área de Toxicología y Química de la Corte intercedió, luego de que el municipio de Pergamino realizara un estudio paralelo para contrarrestar la confirmación de que el agua de varios barrios de la localidad, presentaban al menos 18 tipos distintos de agroquímicos.

El nuevo estudio encabezado por el órgano máximo de justicia se realizó a base de las pruebas líquidas y no sobre las pruebas ya analizadas, para evitar que se considere una interpretación subjetiva de las mismas.  Así, coincidió con el informe de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del INTA Balcarce, que había realizado el primer estudio.

El fallo de la Corte todavía no está disponible, pero según supo el medio local Primera Plana, tanto el Juzgado Federal a cargo del juez Carlos Villafuerte Ruzo como el municipio que conduce el macrista Javier Martínez, fueron notificados. Esto, representará un duro golpe hacia la gestión local, que había jurado que el agua se encontraba en óptimas condiciones para su consumo, a pesar de la gran cantidad de casos de cáncer y otras enfermedades en varios vecinos que viven en barrios expuestos a las fumigaciones.

Las pruebas que ahora sobran para determinar que gran parte del agua que toman los pergaminenses contiene agroquímicos, nació de la lucha de un puñado de madres de los barrios Villa Alicia, Luard Kayad y la Guarida, que denunciaron que sus hijos presentaban problemas respiratorios y otras enfermedades raras en la piel.

Una de ellas, Sabrina Ortiz, perdió un embarazo de un momento a otro y la mujer no duda que sea a causa de las constantes fumigaciones que se realizan a pocos metros de sus casas.

Es que Pergamino es una de las zonas en donde más se concentra el monocultivo de soja en toda la provincia. De las 300 mil hectáreas que tiene el partido, el 60 % por ciento está destinado a la plantación de la soja transgénica, hecho que atrae a bastas empresas nacionales y multinacionales ligadas al agronegocio.

Por esta razón, este grupo de vecinos y vecinas había alertado distintas amenazas de muerte, que se fueron agravando conforme al avance de los estudios que probarían más tarde, la contaminación del agua.

A pesar de la presión que pueda ejercer el poderoso sector del agronegocio, el Juzgado Federal de San Nicolás había determinado que se disponga “la inmediata suspensión provisional de las aplicaciones de fumigaciones con plaguicidas, herbicidas, insecticidas, y cualquier otro paquete de agroquímicos”, ya sea mediante “fumigaciones terrestres que contenga glifosato como principio activo o sales derivadas del mismo”.

Ahora, el estudio que encabezó la propia Corte Suprema de Justicia pone más evidencias de la gravedad del hecho y obliga al municipio a tomar medidas urgentes. De ser así, se transformará en un precedente histórico en la provincia, en la cual hay casos de sobra en el cual las fumigaciones terminan perjudicando la salud de la vida humana.