Trata y explotación sexual

A tres años del caso “Spartakus”

Sucedió en Pergamino.
Sucedió en Pergamino.

El 3 de abril de 2007, por orden del Juez Federal de Misiones, Ramón Chávez,  personal de Gendarmería de Campo de Mayo allanó el local nocturno conocido como Spartakus en el cruce de las rutas 8 y 188 de la ciudad de Pergamino y detectó la presencia de quince mujeres de nacionalidad paraguaya, dos de ellas menores, ejerciendo la prostitución.

Durante el operativo detuvieron a dos personas y secuestraron un arma, cuadernos de anotación, libretas sanitarias municipales en blanco, un puntero láser, pasajes de ómnibus, tarjetas de publicidad del local e impuestos municipales, según consta en el acta del procedimientos de la Unidad Especial de Investigaciones Judiciales de Gendarmería “Buenos Aires” y “Campo de Mayo” ordenado por exhorto del Juzgado Federal de San Nicolas.

Las mujeres habían sido reclutadas en Ciudad del Este (Paraguay) para ser traficadas e ingresadas ilegalmente a la Argentina con documentación falsa, durante el mes de marzo, y trasladadas al norte bonaerense a los fines de explotación sexual.

El expediente nº 4-1888/07 que originó toda la investigación en el Juzgado Federal en Turno de Misiones, surgió de una denuncia realizada por la Delegación Posadas de la Dirección Nacional de Migraciones que le tomó declaración a una menor de nacionalidad paraguaya hallada en la frontera sin documentos el 28 de marzo de 2007, que confesó haberse escapado de un local llamado “Spartakus”, de Pergamino (Bs.As) donde la obligaban a ejercer la prostitución.

Según el testimonio de la menor, el Juez Federal, Ramón Chávez consideró que existiría una organización criminal formada por reclutadores, paseros, falsificadores, cajeras, guardias de seguridad y otras personas pertenecientes a una red de tráfico ilegal de personas para proveer mujeres mayores y menores de edad a los fines de esclavización sexual a los prostíbulos ubicados en provincia de Buenos Aires.

El local allanado no tenía habilitación municipal, permanecía a la vista con las puertas cerradas, pero los encargados habían iniciado un trámite de cambio de rubro de la actividad nocturna de confitería bailable a cabaret lanzando una campaña publicitaria en un medio local y distribuyendo tarjetas de invitación personal que promovían un espectáculo muy hot para la ciudad.

Previo a la fecha de apertura, inspectores municipales y personal policial realizaron varias visitas al local y según los informes oficiales no constataron actividad alguna , ni presencia de menores. La última inspección se realizo dos días antes del allanamiento realizado por Gendarmería. La menor que se fugo, dejo el lugar cinco días antes de esa inspección. O  sea, se deduce que estaba adentro de Spartakus cuando fueron a inspeccionar.

Las fotografías y los croquis que constan en el acta de allanamiento de Gendarmería muestran claramente las personas sometidas a la explotación sexual, la presencia de personal a cargo del funcionamiento, un grupo de clientes, y un  lugar especialmente diseñado con compartimentos, camas y colchones, en la parte alta, donde se ejercía la prostitución. Además, como detalle, el local (aun sin abrir), ya tenía una persona a cargo de la seguridad y el estacionamiento de vehículos en la parte exterior.

Una semana después del operativo judicial, el local Spartakus fue incendiado intencionalmente, sin que hasta ahora se conozca el o los autores del siniestro. El fuego evito la aparición de sustanciales pruebas para la causa judicial.

Repercusión institucional y social

Si bien era tradicionalmente extendida, tolerada y permitida la actividad prostibularia en Pergamino, tanto cultural como institucionalmente, nunca la sociedad había sentido ser víctima moral de un delito tan grave como la trata, tráfico y esclavización sexual de personas.

Una mayoría de concejales de bloques opositores interpelaron al Intendente Héctor Gutiérrez para determinar el grado de responsabilidad política e institucional del Poder Ejecutivo en los controles de legalidad del funcionamiento de locales nocturnos. El jefe comunal, miembros de su gabinete y el jefe policial de entonces, defendieron su gestión durante una sesión que se vio permanentemente interrumpida por la presencia de conocidos referentes de la noche pergaminense que insultaban desde la barra del Concejo Deliberante a los ediles de la oposición que cuestionaban al Intendente.

El caso “Spartakus” produjo una herida ética en el corazón de la comunidad. Invitada por los sacerdotes Miguel Nadur y Denis Fitzpatrik de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario  y con el apoyo del Obispo de la diócesis de San Nicolás Monseñor Héctor Cardeli,  la Hermana Marta Pelloni disertó sobre la Trata de personas y la esclavitud sexual ante quinientos pergaminenses en la Casa de la Cultura, y fue reconocida como “Ciudadana Ilustre” por el Concejo

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