El día de la Lealtad se produce el 17 de octubre de 1945, cuando miles de hombres y mujeres, jóvenes en su mayoría, provenientes de las clases trabajadoras, comenzaron a marchar desde distintos puntos del Conurbano Bonaerense hacia Plaza de Mayo con el fin de reclamar que liberaran de su prisión política al entonces coronel Juan Domingo Perón.
Tal vez ni siquiera ellos mismos eran conscientes que estaban siendo protagonistas de un evento único, fundante, de esos que son considerados cruciales para los cambios de paradigma histórico-sociales.
Su esfuerzo, su perseverancia, su característica masiva, terminaron por doblegar la oposición del régimen gobernante, que después de darse cuenta que no había fuerza más invencible que la de un Pueblo unido y convencido de sí mismo y de sus posibilidades, decidió dejar en libertad a su líder, desatando un cúmulo de fuerzas imposible de detener y que irrumpiría para siempre en la historia argentina con el nombre de Peronismo.
Tanto amor, tanta entrega, en pos de defender a aquél que consideraban su protector, podía englobarse en una sola palabra: Lealtad. Juan Perón dió forma, contenido y encabezó un movimiento que emergía a la luz de una Argentina sojuzgada por las corporaciones económicas.
Su visión estratégica y firme capacidad de conducción le permitieron cumplir con gran parte de las reivindicaciones históricas del Pueblo Argentino siempre marginado por élites económicas o gobiernos entreguistas. De allí en más en el calendario peronista el festejo y conmemoración del “día de la Lealtad” cada 17 de octubre, es un hecho central, es la conmemoración del día en que nació al Peronismo; fecha que, por los golpes, censuras y proscripciones de los distintos gobiernos militares y civiles, se mantuvo bien alto en el corazón de los peronistas desde 1955 y hasta el retorno de Perón en 1973, como Día de la Resistencia Peronista.
Ahora bien cabe preguntarnos sobre quiénes son ahora los protagonistas del día de la lealtad junto a la histórica masa trabajadora peronista. Sin lugar a duda el lugar que ha tomado la juventud nutre y resignifica esta conmemoración desde el 2003 a la fecha, hecho solo equiparable al protagonismo de los jóvenes en los años '70 salvajemente truncado por la dictadura cívico-militar de Videla, Massera y Martínez de Hoz.
Hoy la lealtad es entendida por la juventud como un sentimiento, un puente comunicacional entre un líder o conductor con su Pueblo y este vínculo se construye sobre la trilogía Ideales-Líder-Pueblo. Para nosotros los jóvenes desde el 2003 en adelante, vimos a Néstor y Cristina tender ese puente con el Pueblo, entonces los jóvenes que vivimos esta transformación empezamos a recuperar y a sentirnos parte del proyecto nacional, y por sobre todas las cosas recuperamos la alegría de la militancia y la participación democrática. El Peronismo es una forma de vida basada en la solidaridad, donde el bien común y la comunidad son el centro de la existencia, desde el 2003 los jóvenes estamos viviendo esta utopia, viendo como las medidas del gobierno siempre tienen el sentido de mejorarle la vida a todos y de engrandecer a la Patria. Somos vivos testigos de que se volvió a poner en movimiento un engranaje de la historia que difícilmente pueda detenerse: La unidad de los trabajadores y la juventud.
(*) Diputado provincial.