El nuevo orden -y el desorden naciente- tienen origen en la decisión de Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez de impulsar un acuerdo entre
Todas esas decisiones generan fuertes cimbronazos en el esquema político-electoral bonaerense. De hecho, cuatro de esos cinco líderes son bonaerenses y tienen su base principal en
EN MEDIO DEL CAOS
Al radicalismo se le complica casi hasta la frustración el objetivo de montar un armado "progresista". El desgajamiento más importante sería el del sector con mayor peso en
Las tropas de Macri, Duhalde y Solá viven, por su lado, horas de desbande. La sociedad de todos esos referentes con De Narváez ya no es ni un recuerdo. Pero en sus campamentos bonaerenses el impacto es proporcional al hecho de que hacía demasiado tiempo que, con mayor o menor convicción, trabajaban desde la seguridad de que el Colorado sería su candidato a gobernador. El radicalismo repele a buena parte de ellos, entre los cuales, a su vez, hay quienes no toleran la idea de ser parte de un armado que postule a Alfonsín para la presidencia (algo que sucede, también, entre algunos peronistas denarvaístas).
Pero la mayoría de los macristas tiende a continuar en el esquema que postule a De Narváez para
A Alfonsín y De Narváez los espera, por lo demás, un arduo trabajo de compatibilización de "proporciones" y candidaturas. El Colorado aspira a poder presentar en
En medio de ese paisaje caótico, de cualquier modo, las decisiones tomadas en los últimos días implican un avance hacia el ordenamiento electoral de la oposición, aunque aún les falte un espinoso tramo por transitar. De la sabiduría con que concluyan la tarea dependerá que terminen construyendo alianzas sólidas, pergeñen estructuras tan grandes como endebles o lleguen al final con una atomización de ofertas.
CRUJIDOS EN EL PJ
El oficialismo bonaerense, mientras tanto, cruje. La firme posibilidad de que el intendente de Tigre, Sergio Massa, se presente a las primarias del PJ para competir con Daniel Scioli por la candidatura a gobernador abrió expectativas en sectores del peronismo en los que se profundiza la preocupación por la alternativa de que el kirchnerismo imponga su criterio de habilitar hasta dos colectoras municipales de ese signo -además de la de Martín Sabbatella- en los distritos donde "mandan" referentes históricos del PJ.