Roberto Vitale, histórico entrenador de atletismo en los Juegos Bonaerenses para la delegación de Pergamino, lleva 47 años en su puesto, y está presente desde la primera edición del torneo y en esta ocasión se despide de las pistas.
Se trata de un ícono de la Escuela Municipal de Atletismo, mentor de grandes deportistas y sembrador de conquistas, con más de 100 medallas entregadas a equipos y otras tantas a competidores individuales.
“Nosotros todos los años sacamos medallas, hace 35 años que estamos arriba”, detalló Vitale, que no puede ocultar su emoción ante cada deportista que logra un resultado de semejante magnitud en una competencia de exigencia.
“En cada medalla se me ha caído una lágrima, porque para esos chicos es un año de laburo y de no descansar, para poder atenderlos y que sea lo mejor posible”, sostuvo el entrenador, que agregó: “Hay que dedicarle muchísimo tiempo, no solamente en la pista, sino en el entrenamiento silencioso que es estar con la familia, ver cómo es”.
Finalmente, aseguró que los Juegos Bonaerenses son “la cosa más hermosa que me pasó en la vida en lo personal y un torneo que a nivel sudamericano debe ser el mejor”.