El
paro agropecuario impulsado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria
(Coninagro), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina
(SRA), que culmina hoy viernes 28 de agosto a las 24 hs, alcanzó un alto
acatamiento y adhesión de otros sectores de la economía. Ahora, resulta inevitable cuestionarse como
institución, ¿qué cambió?
Es
verdad que los productores agropecuarios están igual de desfinanciados que el
lunes, es verdad que los inundados lo siguen y que sólo ahora están viendo
cuanta de su hacienda se murió; tampoco cambió nada para los productores del
norte que van a tener que poner plata arriba de su cosecha para poder hacerla
llegar al puerto.
Es
una realidad que los que esperaban pagos no los van a recibir después de esta
semana de protestas, la cadena de pagos sigue rota; sigue siendo una realidad
después de esta semana que no existe financiación sana para productores que
perdieron todo su capital de trabajo.
Esta
semana sólo sirvió para aquellos que tenían trigo o maíz en bolsas a la espera
de permisos de exportación, ver que la lluvia pudrió aún más sus granos. A lo
largo de esta semana sólo vimos acrecentarse aún más la brecha entre el dólar
que fija nuestros costos y aquel que marca nuestros ingresos.
Entonces…¿Qué
logramos?
Logramos seguir ejerciendo esta vapuleada
democracia poniendo en alto nuestro reclamo, que además de ser justo es un
grito de alerta para todo el interior y que debe ser una alarma para todos
aquellos que aún siguen adormecidos e inmóviles, ante una realidad terminal.
Que reviste esta gravedad no sólo en lo económico sino también en lo
institucional. Por todo esto no dejemos que lo ocurrido en durante esta última
y nefasta semana en Tucumán se extienda en Octubre al país.
Los
ciudadanos Argentinos nos merecemos más, la Argentina se merece más, volvamos
al origen, a resaltar los valores de esa Tucumán que fue cuna de la democracia,
que se plasmaron en 1853, al instaurar un Estado republicano, representativo y
federal. No dejemos engañarnos, hagamos valer nuestra Constitución. Todavía
está en nuestras manos.
Sociedad Rural - Pergamino