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Tips para la aplicación de fungicidas en cultivos de soja

PERGAMINO, Enero 26.-(www.PergaminoCiudad.com.ar) El Ing. Agr. Daniel Leiva del INTA Pergamino presentó cinco aspectos básicos para no olvidar...

 

Avión vs. terrestre

 

Las alternativas de aplicación son dos: avión o equipo terrestre. Frente a esto tenemos que pensar en un cultivo sembrado a 50 cm., con entresurco cerrado y una altura promedio entre 80-90 cm. y un estado fenológico de principio de formación de vainas (R3). La lluvia persistente genera una evolución favorable del rendimiento potencial y un problema de piso.

 

Un equipo terrestre automotriz en suelo seco, provoca un pérdida por tránsito del orden del 3%; para una expectativa de rendimiento de 40 q/ha, la pérdida es 120 Kg./ha, que traducida en pesos representa $120/ha. Un avión no produce estas pérdidas, entonces al comparar alternativas existe un handicap de US 32/ha a favor de tratamientos aéreos.

 

Para esta circunstancia de tratamiento fitosanitario, comparando costos, existe la falsa idea de pensar que el avión resulta más costoso que un tratamiento terrestre, cuando en verdad existe un ahorro de una relación 3:1 (por cada tratamiento terrestre pago 3 aéreos). La pregunta es: ¿esto pasa en el Gran Cultivo?

 

Aplicaciones aéreas bien realizadas

 

Para que los resultados del avión aplicando fungicidas en soja resulten óptimos, se debe usar un volumen de 15 lt/ha y anchos de faja variables entre 18 y 20 m, para aviones chicos y grandes respectivamente. La cantidad de gotas sobre el cultivo varían entre 50 y 35 gotas/cm2, para sistemas aspersores rotativo y barra con picos respectivamente.

 

Esta cantidad de impactos garantizan una penetración de 10 gotas/cm2 en el centro de la biomasa del cultivo, promedio de 14 y 7 impactos, en la base del tercio superior y medio respectivamente. Cuando la humedad relativa es inferior al 40%, se recomienda no hacer tratamientos porque no resulta posible mitigar la evaporación de las gotas chicas; cuando las condiciones de humedad superan el 60%, la evaporación no resulta significativa.

 

En situaciones intermedias, se recomienda el uso de aceite antievaporante, a dosis fija entre 1 y 2 lt/ha, para atmósferas entre 50-60% y 40-50% respectivamente. También se ha demostrado la ventaja del aceite de soja en tratamientos a 1 lt/ha, por su mejor comportamiento en la protección de las gotas chicas. En todos los casos se aconseja el uso de tensioactivo órgano siliconado (sólo y en mezcla con el antievaporante) por dos razones bien fundamentadas: reduce el tamaño de gota, factor esencial para una penetración profunda en la masa foliar, y además garantiza una óptima absorción del fungicida en la hoja por su alta compatibilidad cuticular.

 

En la situación climática actual, donde llueve día por medio, el tensioactivo reduce los riesgos por lavado minimizando las pérdidas de fungicida por lluvias ocurridas 1 hora posterior al tratamiento.

 

Ventajas adicionales al utilizar avión

 

Si las enfermedades se inician en el estrato inferior de un cultivo y los fungicidas sólo traslocan dentro de la hoja, resulta obvio que para lograr efectos de control debo distribuir la dosis apuntando al tercio inferior y medio del follaje. En este sentido los equipos terrestres distribuyen entre 65-70% de la dosis en el tercio superior, los aéreos (equipados con aspersores rotativos) en cambio, sólo el 45% en ese estrato; en el estrato inferior el 20% con avión y entre el 5 a 2.5% con terrestre, para cono hueco y doble abanico respectivamente. En otras palabras, el avión ubica al menos 4 veces más dosis donde inicia la enfermedad.

 

Tratami

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