Un 20 de noviembre de 1845 se libra la batalla de Vuelta de Obligado, donde los soldados argentinos, en inferioridad de condiciones, resisten la invasión del ejército más poderoso de aquel entonces, el ejército anglo-francés. Los argentinos, a cargo del general Lucio Mansilla, batallaron durante horas pese a que el número de las fuerzas enemigas los superaba ampliamente en cantidad. Así, se logró que las tropas adversarias no pudieran ocupar las costas, objetivo necesario para poder adentrarse en el territorio argentino. Luego de muchas idas y vueltas diplomáticas, finalmente se firmó un tratado mediante el cual los ingleses reconocían la soberanía argentina.

La resistencia de los soldados en aquel acontecimiento no solo logró el triunfo diplomático sino el reconocimiento del valor de los argentinos en toda Europa.

Esta semana, el reconocimiento a esos hombres y mujeres volvió a tener su marco propio en el acto oficial que se llevó a cabo en la casa natal del expresidente don Arturo Illia ante la presencia del intendente Javier Martínez, el sobrino del expresidente, Guillermo Illia, el historiador Luis María Libera Gill, funcionarios del Poder Ejecutivo y Legislativo, Inspectores de Enseñanza de los distintos niveles y modalidades, docentes, alumnos y público en general.

El lugar elegido para esta conmemoración no fue una casualidad, sino una excusa para recordar también a quien supo dar durante su mandato numerosos ejemplos de soberanía popular, el doctor Arturo Illia.

Prometió que anularía los contratos petroleros, los que consideraba lesivos para nuestra soberaníaa económica y a los pocos meses de asumir su gestión lo concretó, con un gran peso posterior en su contra. En su gestión presidencial, se apuntó firmemente a incrementar el presupuesto en educación, que puso en marcha el Plan Nacional de Alfabetización, lo que produjo un aumento de los graduados en las universidades. Propició la sanción de la ley del salario mínimo, vital y móvil, con un evidente crecimiento del salario y una disminución de la desocupación; la sanción de la ley de medicamentos. Durante su gestión, se logró uno de los mayores adelantos de la Cancillería en el tema Malvinas, la sanción de la resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que sentó un nuevo precedente en nuestro reclamo y en todos los demás de situaciones poscoloniales, reconociendo el caso Malvinas como una situación colonial.

Guillermo Illia, sobrino del presidente y secretario de Servicios Públicos, hizo referencia a varios hitos en el mandato de Illia, entre ellos decisiones con respecto a las relaciones internacionales que chocaron contra los intereses de los poderosos, una muestra de la soberanía nacional que promulgó.

El intendente Javier Martínez dirigió unas palabras en su honor: “un orgullo de Pergamino y un orgullo de Argentina. Un político inquebrantable, humilde, honesto y transparente. Mis padres me dieron como segundo nombre Arturo. Es para mí un orgullo y una gran responsabilidad. Como espero sea la misma responsabilidad para cada político que asuma, que actúe sabiendo que el pueblo lo eligió para gobernar por el bien de todos, para representar a toda la sociedad, en libertad. Porque la clase política local también debería ser un orgullo pergaminense”.

Sobre el verde que supo ser el jardín del expresidente, los presentes aplaudieron a las banderas de ceremonia, entonaron el himno y disfrutaron del número folclórico a cargo del reconocido Cuerpo Municipal de Danzas del director Pedro Marlo.

“Solemos hablar ahora no sólo de soberanía nacional, sino también de soberanía ambiental, soberanía alimentaria, soberanía energética, haciendo referencia con ellas a los distintos actos de nuestros gobiernos para asegurar el bienestar de las poblaciones en el futuro. Como sociedad y vecinos responsables, podemos actuar en muchas de ellas, contribuyendo con las acciones del Estado, para contribuir a mejorar día a día nuestro bienestar”. (Fragmentos del Historiador pergaminense, Luis María Libera Gill).