Adhesión de Proyecto Sur Pergamino

12 de Octubre: Pasado, memoria y presente en Argentina

Por Nilo Cayuqueo (*)

 

Este 12 de octubre se cumplen 519 años desde aquel nefasto dia en que los europeos invadieron nuestro continente Abya Ya Yala.

En Argentina, en general la clase media en las ciudades y especialmente Buenos Aires, lo usa para salir por unas cortas vacaciones.

Aunque no se festeje más como el Día de La Raza, los gobiernos de turno y la iglesia lo toman como un día de “reflexión” y de paso tratar de capitalizarlo políticamente y hablar de la argentinidad. Este estado y la iglesia, retrógrada como siempre, impone los valores cristianos como si en argentina existiera una sola cultura, negando la espiritualidad y filosofía de los pueblos originarios. Recordemos que la “Bulla Papal” impuesta por el Vaticano mediante el papa Alejandro VI en 1493, por la cual el mismo y en nombre de dios se apropiaba de este continente y la “entregaba” a los colonizadores “con los naturales adentro que debían ser esclavizados y convertidos” sigue vigente. Esta Bulla Papal nunca fue abolida ni rectificada por la iglesia. Los estados latinoamericanos que se fundaron fue bajo esa premisa de disponer en nombre de dios de este continente.

Otro 12 de octubre sin que las aspiraciones, reclamos y propuestas de los pueblos originarios tenga algún tipo de respuesta por parte del estado argentino, que a través del gobierno nacional y los gobiernos provinciales están de acuerdo en negar sistemáticamente los derechos ancestrales de los veinte y tanto pueblos que vivimos dentro del estado argentino.

En el gobierno de Néstor Kirchner y el ultimo de Cristina Fernández que finaliza y que según las encuetas inaugurará otro periodo más, nunca han tenido una política con los pueblos originario y de hecho muy rara vez se los menciona. Solo algunas veces para dar a conocer algún plan asistencialista a los cuales apoyamos. Reconocemos que muchos hermanos y hermanas indígenas han recibido sus jubilaciones y otros beneficios sociales como hacía mucho tiempo no se hacía. Lo que seriamente cuestionamos, es la falta de voluntad política de un dialogo para hablar de derechos y de políticas como pueblos diferentes que somos y con los cuales el estado tiene una gran deuda por haber sido el responsable directo del genocidio, de despojo de los territorios ancestrales y la negación de nuestra identidad. Estos temas nunca han estado en la agenda del gobierno nacional ni en los gobiernos provinciales. Ni siquiera han dado respuesta a las propuestas de los pueblos originarios sobre estos temas fundamentales.

 

En estos momentos se habla mucho de la Ley de extranjerización de Tierras propuesta en el congreso, pero nada de la distribución y uso de la misma. Para los pueblos originarios no hay diferencia entre la posesión de la tierra por parte de la oligarquía tradicional argentina, los grupos financieros sojeros, compañías mineras o los extranjeros –argentinos que han comprado millones de hectáreas en los últimos diez años.

 

Los grupos económicos financieros actúan con total impunidad, y creen que porque tienen títulos de propiedad de las tierras, ya sea porque las heredaron, se las entregaron por colaborar con los militares o los grupos financieros que las han comprado, con tal de conseguir logros económicos, tienen el derecho de hacer lo que quieran con la naturaleza, la biodiversidad y la gente con la cual comparte el planeta. Estos grupos apoderado res de la tierra tienen un total des-respeto por el resto de la población. Todo lo contrario a la filosofía de los pueblos originarios quienes decimos que la tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a ella.

 

El plan estratégico agrícola alimentario elaborado por el gobierno contempla fundamentalmente el aumento de la producción. Esto implica más contaminación y despojo de las tierras a campesinos y Pueblos originarios. Todo esto para poder principalmente para exportar más (hacer dinero) pero no habla del derecho de los pueblos originarios y campesinos a vivir en ella, el cuidado absoluto de la sagrada salud de la población y el derecho de vivir en paz y armonía disfrutando de la misma.

 

Nada cambia si no hay una política de distribución, uso de la tierra y cuidado del medio Ambiente y la salud de la población que están siendo contaminadas con los millones de agro tóxicos que se arrojan encima a la Madre Tierra con una total falta de responsabilidad.

 

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