El sábado a la tarde, un adolescente que estaba pescando encontró el cuerpo de un hombre que yacía ahogado en la profundidad del Arroyo Pergamino, a la altura de la calle Niñas de Ayohuma.
El sábado a la tarde, la aparición sin vida de un joven en la profundidad del Arroyo Pergamino, conmocionó a los habitantes del barrio Belgrano.
A partir del llamado de la madre de un niño de 14 años que encontró el cuerpo sin vida de un hombre mientras estaba pescando, la Policía y los Bomberos Voluntarios acudieron al Arroyo, a la altura de la calle Niñas de Ayohuma, aproximadamente a las 16:40.
El adolescente les comentó a los uniformados y miembros de la brigada rescatista, que cuando tiró la caña sintió que la tanza estaba tensa y al levantar para ver si había ‘enganchado’ algún pez, emergió un cadáver.
De inmediato alertó a los jóvenes que estaban cerca y llamó a su mamá. Los familiares avisaron al servicio de emergencias. En pocos minutos arribaron el fiscal Guillermo Villalba y especialistas forenses, al lugar del hecho, para descartar en esos primeros minutos si había signos de violencia en el cuerpo. Inicialmente no hallaron ningún indicador de algún golpe y el hecho de que estuviera vestido con remera y pantalón de jeans, les hacía sospechar que se trataría de un suicidio.
La operación de autopsia que realizaron los especialistas forenses de la Policía Científica local, despejaron las dudas. Asfixia por inmersión fue la causa de la muerte, y en el cuerpo no había golpes ni traumatismos que indicaran la intervención de otra persona.
Los familiares que reconocieron el cuerpo sin vida por los tatuajes del fallecido, reforzaron la hipótesis del suicidio, porque indicaron que en los últimos días andaba depresivo y hacía dos años había intentado quitarse la vida descerrajándose un tiro en la cabeza. En este sentido, la operación de autopsia encontró un proyectil alojado en el cráneo.
Fuente: SEMANARIO “EL TIEMPO”