Incendio del Pullman General Belgrano

La palabra de una de las protagonistas del siniestro

La pergaminense Agustina Massello narra los momentos de dramatismo que vivió y menciona algunas “irregularidades” de seguridad que observó en el colectivo
La pergaminense Agustina Massello narra los momentos de dramatismo que vivió y menciona algunas “irregularidades” de seguridad que observó en el colectivo

PERGAMINO, Junio 18.-(Semanario “El Tiempo” reproducción de PergaminoCiudad)La joven pergaminense Agustina Massello 22 años, estudiante de la carrera de Comunicación Social en la Facultad de Rosario, viaja asiduamente en la empresa Pullman General Belgrano, y el domingo 10 de junio lo hizo en el micro siniestrado. En diálo­go con EL TIEMPO, contó su experiencia y los momentos de dramatismo que vivió al incendiarse el colectivo a la altura de la localidad de El Socorro.

Agustina Massello

-¿Cómo se inició el siniestro?

-Antes de llegar a El Socorro el chofer se dio cuenta del fuego porque vio a través del espejo retrovisor llamas o humo.

-¿En qué lugar del micro viajabas?

-En el piso superior. Recuerdo que no tenía las luces de emer­gencia encendidas (luces rojas) que no se pueden apagar. En este caso no funcionaban por lo cual estábamos a oscuras. Las únicas que estaban prendidas eran las luces que indican la numeración de los asientos. En ese momento el chofer frena de golpe unos kilómetros antes de llegar a El Socorro y se prenden las luces generales del colectivo. Yo estaba ubicada exactamente en el asiento 24, un poco antes de la mitad del micro; y uno de los choferes grita que nos bajemos rápido del micro porque el coche se estaba prendiendo fuego.

-¿Pudieron descender rápi­damente?

-El pasillo del Pullman es muy estrecho. Yo alcancé a bajar.

El colectivo había quedado un poco sobre la banquina; por lo que entiendo que fue una frenada de emergencia porque el chofer no pudo estacionar todo el micro sobre la banquina. Allí, cuando frenó, las llamas avanzaron hacia adelante del colectivo y comenzó a incendiarse más rápido.

-¿Vos pudiste salir por la puerta del micro, o tuviste que hacerlo por alguna de la ven­tanillas?

-En mi caso pude salir por la puerta. Pero amigos míos que viajaban sentados atrás, tuvieron que romper las venta­nillas porque el humo y el fuego avanzaban. Y tenían que saltar hacia el lado de la ruta porque del otro costado estaba prendido fuego y ya habían comenzado a incendiarse los pastizales.

-¿Los vidrios de las venta­nillas los rompieron con los martillos de emergencia?

-En realidad tuvieron proble­mas con los martillos porque algunos no salían; estaban muy adheridos a la pared del vehículo. De cualquier manera pudieron romperlos y todos lograron salir afortunadamente. En ese momento la mitad del micro estaba en llamas. Fue tre­mendo, se prendió fuego muy rápidamente. Imagino que si hubiera viajado gente grande, o con dificultades para trasladarse, o criaturas; no sé, creo que hu­biesen muerto o sufrido heridas muy serias.

Los pasajeros éramos todos jóvenes, estudiantes no mayores a 20 ó 22 años, todos o la mayo­ría, ágiles, con lo cual pudieron tirarse desde el colectivo, incluso desde el piso superior que es alto.

-¿El colectivo contaba con extinguidores?

-Nosotros vimos dos extingui­dores. Una chica que dijo no tener problemas en ir a declarar, dijo que escuchó a uno de los choferes decirle a su compañero cuando salía del baño entre toda la gente que quería bajar del micro, que uno de los matafuegos no funcio­naba. Y el otro matafuego se quiso utilizar pero lanzó una mínima carga y no se pudo utilizar más. Con lo cual creemos que estaban los dos descargados. Lo que nos preocupa además, es que el 22 de febrero en un colectivo de la empresa Pullman que salió a las 6:30 de Pergamino con destino a Rosario, antes de llegar a colecto­ra tuvo un principio de incendio y se pudo detener, porque se pu­dieron utilizar los matafuegos. Es decir, otro colectivo incendiado.

-¿Hicieron los reclamos co­rrespondientes ante los or­ganismos de la empresa de transporte?

-Cuando bajamos quedamos todos a la deriva, desesperados. Y obviamente los bolsos, las per­tenencias de cada una quedaron arriba del micro y se destruyeron. Por lo cual hicimos una denuncia el lunes próximo pasado, y el reclamo, pero la empresa nunca nos respondió hasta el momento. Recién ahora nos ofrecieron hacer un arreglo interno con dinero para la cuestión de los bolsos únicamente. Nos ofrecieron arreglar particularmente por un monto menor al que establece la Comisión Nacional de Regula­ción del Transporte. Se trata de montos fijos. Pero ellos ofrecen, reitero, menos.

Reclamos de los damnificados

El último sábado en las primeras horas de la tarde los damnificados por el incendio del micro de la empresa Pullman General Belgrano, y familiares de los mismos se convocaron en la Terminal de Ómnibus de Pergamino donde expusieron las distintas variantes de los pasos a seguir. Estuvieron presentes los concejales Héctor Cattáneo (FpV) y Leandro Hanuch (Diálogo Pergaminense) y pasajeros, estu­diantes de Junín,

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