Se cumplen 125 años del nacimiento en Pergamino, un 4 de agosto de 1900, del Dr. Arturo Umberto Illia ex Presidente de la República Argentina. Fue el tercero de once hermanos, fruto del matrimonio de dos inmigrantes italianos, Doña Emma Francesconi (*26-12-1874 + 26-2-1940) nacida en Gratacasolo, Brescia, y Don Martín Illia (*13-2-1861 + 12-5-1948) nacido en San Pietro, Samolaco, Provincia de Sondrio, ambos de la región de la Lombardía.
Inició sus estudios primarios en la Escuela N 18, completándolos en la Escuela Normal de Pergamino, para luego trasladarse pupilo al Colegio Pío IX Párroco San Carlos de la Capital donde cursa sus estudios secundarios con los Salesianos.
En 1919 ingresa en la Facultad de Medicina de Buenos Aires, donde conoce y adhiere al Manifiesto de la Reforma Universitaria. Sus estudios como residente los hará en el Hospital San Juan de Dios de La Plata, graduándose como médico, especializado en Clínica Médica hacia fines de 1927.
Será Don Hipólito Yrigoyen durante su segunda presidencia, quien le ofrezca ser médico del Ferrocarril, gestión que llevó adelante el Dr. Antonio Rodríguez Jáuregui, médico y amigo de su padre, quien lo acompaña en la reunión donde le realizan la propuesta. Quien lo presenta es además Presidente del Consejo Nacional de Educación.
De esta manera arriba a Cruz del Eje y su designación se extenderá hasta la revolución del 6 de Setiembre de 1930 que derroca a Yrigoyen, seguirá en esa localidad prestando sus servicios como médico, de su gestión se conocerán innumerables anécdotas todas vinculadas a resaltar su vocación de servicio, su desapego por el dinero, sus aciertos en lo profesional, y su profunda visión humanista de la Medicina.
En 1934 recorrerá países de Europa invitado por Jorge Hansen, dinamarqués director de Obras Sanitarias de Cruz del Eje a quien recupera de una fiebre tifus, acompañados también por el médico Luis Capellini. Visita Italia, Suiza, Alemania, de allí pasarán a Dinamarca, de dónde provenía Hansen, completarán su viaje visitando Inglaterra y Francia en una Europa de preguerra.
En 1935 será electo senador provincial por el Departamento Cruz del Eje, presidirá la Comisión de Presupuesto y Cuentas del Senado, durante la gestión del Gobernador Amadeo Sabatini, entre sus muchos proyectos, uno fue el de la construcción del Dique de Cruz del Eje que hoy lleva su nombre, este modificó las condiciones de la localidad, en cuanto a los regímenes de lluvia alterando el clima desértico que predominaba hasta su concreción.
El 15 de febrero de 1939 se casa con Silvia Elvira Martorell en la ciudad de Punta Alta, del matrimonio nacen 3 hijos, Emma Silvia (10-1-1940) Martín Arturo (25-11-1940) y Leandro Hipólito (7-2-1946).
Será electo Vicegobernador el 10-3-1940 acompañando en la fórmula al Gobernador Santiago del Castillo y se interrumpirá su mandato el 19 -6-1943 como consecuencia del golpe militar del 4-6-1943. En 1945 es electo presidente del Comité Provincial de la UCR de Córdoba.
El 20-4-1948 llega al Congreso de la Nación como diputado nacional por la provincia de Córdoba, cargo que desempeña hasta el 30-4-1952 compartiendo el famoso bloque radical de los 44, donde interactuó con dirigentes de la talla de Ricardo Balbín, Arturo Frondizi, Oscar Allende, Rodríguez Araya, Uranga, San Martino y tantos otros, con los que integraron el bloque. opositor al peronismo de aquel entonces.
Cumple su mandato como diputado y retorna a Cruz del Eje a seguir sus actividades como médico. En el año 1962 es candidato a Gobernador de la Provincia, triunfa en las elecciones que se realizan el 18 de marzo, pero estas son anuladas y posteriormente es depuesto el Presidente Frondizi.
Solo en Córdoba se impone el radicalismo, y esta circunstancia lo convierte en candidato presidencial para las elecciones de 1963, donde compartirá fórmula con el entrerriano Carlos Perette. Ganan las elecciones el 7-7-1963 y asumirá como presidente el 12-10-1963. Gobernará el país hasta el 28-6-1966, en que lo derroca un golpe militar encabezado por el General Juan Carlos Onganía quien asume como presidente de facto.
En solo dos años y ocho meses de gobierno, Illia logra resultados en todas las áreas de Gobierno y los datos estadísticos sorprenden, enumeraremos algunas de las acciones de gobierno, anula los contratos petroleros mediante los decretos 744 y745 del 1963 respondiendo a la promesa realizada en la Campaña Electoral, por vicios de ilegitimidad y ser dañosos los derechos e intereses de la Nación. Sanciona la ley 16459 de Salario Mínimo Vital y Móvil. Las leyes 16462 y 16463 llamada ley de medicamentos a los que considera un bien social. El presupuesto de Educación será de un 12% en 1963, 17% en 1964, y el 23% en 1965. Realización del Plan Nacional de Alfabetización.
Reducción de la deuda externa. En Política Exterior, no participó de la invasión norteamericana a Santo Domingo, exportó el país durante la guerra fría, trigo y maíz a China y Rusia. Obtuvo la Sanción en Naciones Unidas de la Resolución 2065 que obligaba al Reino Unido a negociar la soberanía de las Islas Malvinas. A pesar de los logros, los intereses económicos y políticos que se vieron afectados dieron un golpe de estado, interrumpiendo la vida democrática y desplazando a un gobierno que, a través de su Plan de Desarrollo, que estaba en ejecución, reconstruía la República.
Un gobierno activo, transparente, republicano, democrático al que se lo intentó hacer aparecer como lento, irresoluto, en campañas difamatorias de gran parte de la prensa al servicio de intereses inconfesables.
Osvaldo Álvarez Guerrero nos deja algunos conceptos en el prólogo que escribe para el libro publicado por su hermano Ricardo (Arturo Illia, su vida principios y doctrina) “En el caso de Illia la transparencia sincera que unìa su conducta privada con sus ideas y sus acciones públicas, es, paradojalmente, el elemento mas significativo (y por lo tanto de más compleja interpretación) que marca su personalidad. No alcanzo a descubrir en la historia de los políticos argentinos otra figura de similares características. El deterioro de los valores éticos sociales hoy apreciable, tratándose de elementos constitutivos de una sociedad democrática, trastornó lo que debiera ser intrínseco y natural, en una excepción de la historia”.
Prócer de nuestra historia, que ha merecido reconocimientos y homenaje de una clase política que lo valora, pero no lo imita. De concepción filosófica Krausista, ávido lector, de conducta ejemplar, con la única custodia de su conciencia, que era su respuesta a la pregunta de si tenía custodia, nos ha dejado la pesada herencia de construir aquella “Gran Revolución Democrática, la única que el pueblo espera y desea”, que anunciara al Congreso en su mensaje de asunción el 12 de octubre de 1963.