Correo de Lectores

La guerra entre pobres y ricos

A menudo nos enfrentamos en discusiones u ofensas entre la gente más pobre, la clase media y los ricos. Se trata de situaciones muy negativas para la sociedad, porque principalmente tenemos que saber que somos todos iguales aunque vivamos realidades distintas; ya que la base de todo es la educación y el trabajo a la que cualquier persona con esmero y voluntad puede acceder.

Es una ofensa constante, de desprecio, de dejarse de lado, de separarse, de no creerle, de desconfianza, de discriminación entre estas diferentes realidades. Esto es fomentado desde ya hace muchísimos años por diversos grupos políticos como lo es el comunismo que desprecia a los que tienen el capital y le genera al proletariado un odio muy grande hacia ellos, lo que luego se hace mutuo.

Esto no debe existir ya que somos todos iguales, todos valemos lo mismo, todos tenemos posibilidades de crecer, aunque vivamos realidades distintas con más o menos posibilidades, pero esto no te hace ni más ni menos, no debemos sentirnos mal en ninguno de los dos casos.

Conocer, tener dinero, poder vivir cómodamente no es algo negativo, es algo valioso y debemos sentirnos orgullosos de lo que tenemos ya que es nuestro. Y a la vez no tener dinero, no poder vivir dignamente, no poder estudiar, no te hace una mala persona, ni alguien menos valioso que otro. Pero como simple consejo, debemos luchar para salir adelante, con respeto y valores ante todo. A pesar de que muchas personas reconocen que no debemos discriminarnos, en la realidad muy pocas veces encontramos el respeto mutuo. Ya que si hablamos con una persona de ingresos medios, nos hablan de los sectores más vulnerables como si fueran basura y en el caso de que le preguntemos a algún vecino de algún barrio marginado, nos habla de las personas que viven cómodamente como si fueran lo peor que existen.

Con este panorama tan triste deberíamos darnos cuenta cada uno de nosotros del error que estamos cometiendo y trataríamos de cambiar estas actitudes y transmitir este mensaje a otros, ya que todo es necesario, tanto los que tienen el capital como los empleados; además de que podemos encontrar personas buenas y positivas en cualquier parte. ¿Tan difícil será respetar al otro?

 

Y a partir de esta constante discriminación como si fuera una moda, surge una rama de falsedades, hipocresías, en las que muchas personas hoy en día repudian la discriminación, dicen que no es buena, que somos todos iguales, que valemos lo mismo; más o menos lo que queremos expresar en este texto. Pero estos mismos lo primero que hacen es discriminar, hacer de lado a las personas que ellos mismos creen inferiores; ¿Qué locura, no? ¿Cómo podemos repudiar algo y después hacerlo?

Por este motivo en este texto expresamos que somos todos iguales, que debemos darle oportunidades a cualquier persona para que nos conozca, que no debemos mentir, que debemos ir de frente, que debemos hacer y después hablar. Y no solamente esto, sino también que todo trabajo es valioso, que de lo poco o mucho que tengamos nos sintamos orgullosos y que tratemos siempre de seguir creciendo. Para esto tampoco el estado debe crear una diferencia entre ellos y debe colaborar en el desarrollo de todos, no en darle algo a alguien para que viva dos meses y luego no sepa que hacer y se acostumbre a pedir, sino que se promueva la cultura del trabajo, del estudio, que eso si dignifica e iguala aún más a la sociedad.

 

Julián Ventura

ventuju@gmail.com

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