Ante la crisis

“Las consecuencias de la cirugía sin anestesia”

El psicólogo Pablo Guerrero
El psicólogo Pablo Guerrero

PERGAMINO, Noviembre 30.-(Semanario “El Tiempo” reproducción de PergaminoCiudad) Con el marco de los reclamos por mayor seguridad, el psicólogo Pablo Guerrero, nos da su opinión, apuntando a las causas de la actual situación, afirmando que todos somos responsables.

 

- ¿Cómo está advirtiendo las manifestaciones públicas de la sociedad? 

 

- Analizando el nivel de queja generalizado, creo que no podemos pretender que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo. Hay que ver cómo pensar en esta sociedad  donde estamos un poco abrumados por la inmediatez de la información. Los medios de comunicación, y especialmente la televisión, suelen abrumar a la sociedad especialmente con el tema de la seguridad o de la inseguridad.

 

Y lo más preocupante es encontrarse con referentes del quehacer cotidiano con sus propuestas que son un tanto alarmantes y hasta temerarias. Estamos en un umbral donde se transmite al grueso de la sociedad este temor, este miedo, achacando especialmente sobre los sectores juveniles todos nuestros males a partir de algunos hechos que han sido noticias lamentables.   Esto transmuta en dichos tales como «hay que matarlos a todos». La primera pregunta que se impone es quién va a ser el verdugo.

 

- Los medios suelen bajar frases que se hacen consigna y se repiten sin mayor análisis.

 

- Porque hemos perdido la capacidad de análisis y quedamos entrampados en un juego imaginario que nos conduce necesariamente a una cuestión de violencia, un juego donde es yo o el otro.

 

- Eso se transforma en una invitación constante a la violencia.

 

- Exactamente. Estamos tan en lo inmediato que perdemos la capacidad de analizar que esto tiene una historia. Si no lo podemos observar aquellos que tenemos una cierta representatividad dentro de la vida de la ciudad, y no podemos transmitir que esto tiene una historia y que debemos analizarla, creo que estamos perdidos.   Y tiene tanta importancia la historia que me voy a remitir a no muchos años atrás, a los noventa, cuando una de las frases paradigmáticas del gobierno de aquel momento fue «cirugía mayor sin anestesia». Significaba instalar en la sociedad argentina un proyecto económico que se ajustara a los requerimientos de los organismos financieros y de los sectores de la riqueza concentrada.

 

- Y esa frase fue entonces muy aplaudida.

 

- Corresponde analizar que esa frase remite a una experiencia médica. Preguntémonos qué consecuencias tiene eso sobre un tejido humano. Estoy seguro que lleva a la muerte de ese tejido humano. Apliquémoslo a un tejido social y seguramente obtendremos una mortandad.

 

- Cada uno de los que aceptaba la cirugía mayor sobre el tejido social, seguramente no la hubiera aceptado sobre su propio cuerpo. ¿Se pensaría que serían otros los que pondrían el cuerpo?

 

- Seguramente. Es una aplicación de aquello tan conocido que cuando fueron por los otros no me interesó, y ahora quizá estamos sintiendo que golpean a mi puerta, pero ya es tarde. En aquellos años esa frase que fue paradigmática hoy está hablando a través de los efectos que tiene. De aquel plan que fue tan bien pergeñado, pero hoy estamos sufriendo sus consecuencias. Hemos lastimado una parte de la sociedad que nos va a costar mucho tiempo reconstruir.

 

- ¿Hoy nos quejamos de las consecuencias de aquello que aplaudimos una década atrás?

 

- Buscamos las soluciones más rápidas y por eso es tan común escuchar frases tales como «aquel que mata debe morir».

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