Correo de Lectores

Sigue el contrapunto por el País Vasco

Señor Director de PergaminoCiudad: Les envío un artículo en respuesta a lasiguiente noticia:

http://www.pergaminociudad.com.ar/nota.asp?n=&id=24544&id_tipon

 

 

 

Estimado Carlos (así no te pones tan susceptible), debes agradecerme ya que gracias a mi contestación, te has interesado un poco más en el tema y has leído más a tu tendenciosa prensa por lo tanto resulta más interesante discutir.

Vamos a poner los puntos sobre las íes. La pancarta reclama por los derechos de los presos y presas políticas vascas, por lo tanto incluye tanto a los presos de ETA como a los cientos de presos y presas a quienes no se les ha demostrado ni un solo acto “terrorista” y están procesados tan sólo por pensar diferente y querer cambiar el status quo que nos reprime como pueblo. ¿O no lo sabías? Conocerás bien, por ejemplo, el caso de Martxelo Otamendi, director del periódico Egunkaria, al cual se lo apresó y torturó para que luego de años se lo sentencie inocente, no sin antes haber cerrado el único periódico de habla euskara. Y esta práctica se repite constantemente.

Sabes bien –o deberías saberlo por tu función de periodista–, que las cárceles españolas encierran políticos, activistas, jóvenes militantes y hasta sindicalistas, a quienes no se les ha respetado sus derechos civiles de reunión, de representación y tantos otros, y se los ha detenido y procesado por su labor política y sindical, y en algunos casos por diagramar el nuevo proceso que se vive en Euskal Herria (País Vasco), el cual ha llevado a ETA a tomar la decisión de cesar definitivamente su acción.

Algunos de estos detenidos –entre ellos el referente popular Arnaldo Otegi–, fueron condenados a penas de 10 años de prisión por intentar reconstruir los partidos políticos ilegalizados por la debatida, entre nosotros, “Ley de Partidos”, de la cual cortas y pegas extractos sin analizar el espiritu legal de la misma. La sanción de esta ley supone privar de derechos civiles a gran parte de la población e imponer medidas propias de un estado de excepción. Incluso Amnistía Internacional expresó su inquietud por dicha ley, al anunciar «su preocupación porque, a través de la ambigüedad y la imprecisión de algunos artículos, se pudieran emprender procesos de ilegalización de partidos políticos que propugnen el cambio de principios constitucionales o leyes de forma pacífica», situación que viene sucediéndose en el País Vasco desde su sanción. Y, si se ha dado cuenta Amnistía Internacional, tú también puedes hacerlo.

Pero más allá de su espíritu legal, podemos discutir incluso sus “motivos” expresos. Entre ellos, tú mencionas que podrá ilegalizarse a partidos políticos que “puedan, de forma reiterada y grave, atentar contra ese régimen democrático de libertades, justificar el racismo y la xenofobia o apoyar políticamente la violencia y las actividades de bandas terroristas”. La izquierda abertzale no ha atentado nunca contra el régimen democrático. De hecho, como partido político siempre ha proclamado la diversidad partidaria, el diálogo inter partidos, la viabilidad de discutir cualquier opción política, el mandato popular como mayor premisa, y un sin fin de principios democráticos. Contrariamente son ustedes, los partidos “españolistas” los que distan de esta concepción, ya que mediante la arbitrariedad y el avasallamiento cercenan a quienes legítimamente quieren resolver un conflicto político que está mayoritariamente reconocido en Euskal Herria.

Por otra parte, puedes preguntarles a los inmigrantes que viven en la península si es la Izquierda Abertzale racista y xenófoba, o si son ustedes los del PP quienes esgrimen postulados reaccionarios contra ellos. En cuanto al punto central de “apoyar políticamente la violencia y las actividades de bandas terroristas”, sabes bien que la izquierda abertzale no se pronunciaba al efecto pero tampoco apologetizaba sobre la violencia, incluso siempre insto a las partes (ETA y Gobierno español) a que cesen en sus acciones y dialoguen con fines de resolver los efectos “violentos” del conflicto político.

Renglón seguido, hablas de que esta ley prevé: “A estos efectos, se establece un procedimiento judicial de ilegalización de un partido por dar un apoyo político real y efectivo a la violencia o el terrorismo...”. Por lo tanto, teniendo en cuenta que la Izquierda Abertzale no apoya expresamente como partido ningún tipo de violencia, las ilegalizaciones tuvieron que ir más allá de la letra de la ley, interpretando que el simple silencio significaba un apoyo tácito a ETA.

Luego, buscando una salida, la Izquierda Vasca comenzó a repudiar cualquier tipo de violencia; pero se la siguió ilegalizando, hasta llegar al punto máximo de incoherencia y arbitrariedad en el caso del partido político SORTU (Izquierda Abertzale), al cual se lo ilegalizó habiendo este repudiado la violencia explícita de ETA, además de la violencia estatal. Por lo tanto Carlos, quien no quiera ver en esto una persecución política, difícilmente pueda entender de qué hablamos.

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