Ubicado
en las calles Almafuerte y Padre Galli, al lado de la Iglesia Santa Teresita,
funciona de manera gratuita de lunes a viernes de 8 a 13 hs. Cuenta con un
equipo interdisciplinario que realiza un abordaje individual y grupal a jóvenes
que tienen voluntad para enfrentar la problemática. Los horarios se amplían en
función de las particularidades del tratamiento de cada paciente.
Uno
de los objetivos de trabajo es ofrecer un espacio social – transitorio, para
favorecer los lazos sociales, facilitar la rehabilitación, resocialización y
reintegración de la persona y ofrecer un tratamiento que sea óptimo para
alcanzar buenos resultados.
Para
este fin, el Centro dispone de un equipo interdisciplinario, conformado por un
médico clínico, un médico psiquiatra, psicólogos, trabajadora social y una
terapista ocupacional.
En
rueda de prensa con medios locales el director del Centro, psicólogo Marcos
Carini; la terapista ocupacional, Cintia Risodé; y la psicóloga Daiana Alarcón;
brindaron detalles acerca de la contención de jóvenes y familiares que están
atravesando esta problemática, las medidas preventivas llevadas adelante en la
comunidad y los espacios individuales y grupales como estrategia para el
abordaje de las adiciones.
Funcionamiento
Haciendo
hincapié en el funcionamiento de dicho espacio, Carini precisó: “El Centro de
Día se encuentra en pleno funcionamiento, con las bases estructurales y
administrativas ya establecidas, con todos los talleres que nos propusimos
inicialmente en forma ideal, ya funcionando” al tiempo que añadió: “La
deserción que tenemos de los chicos que concurren al Centro de Día es muy baja,
si bien a veces tenemos ausencias, tienden a no desertar y a sostener los
tratamientos. Llama la atención el nivel de compromiso y participación y el
sentido de pertenencia. Los chicos a veces tienen que estar acá a las 8hs y a
veces para estar a las 8hs combinan dos
colectivos para poder llegar. Recuerden que esto es voluntario. Ellos vienen
por iniciativa propia, es decir que la constancia es parte de su iniciativa”.
“Quiero
mencionar el compromiso creciente de los profesionales que trabajan acá,
profesionales, talleristas, no profesionales, de los integrantes del Centro.
Las actividades, muchas veces por una cuestión de demanda de los chicos y a
veces por iniciativa del Centro, surgen propuestas y proyectos que nos demandan
a veces fuera de los horarios establecidos, por la tarde o los fines de semana,
y la disposición de la gente del Centro es absoluta en este sentido” contó
mientras advirtió: “Seguimos trabajando en las actividades preventivas,
seguimos dando charlas en los Centros de Desarrollo Comunitarios, en los
Centros de Atención Primaria de la Salud, estamos comenzando a incidir para
poder comenzar con las charlas en las escuelas”.
Asimismo
dijo que “hemos agregado varios talleres. Tenemos el taller de Valor y
habilidades sociales, técnicas de aprendizaje, educación física, teatro, taller
de cocina, radio, orientación familiar para padres, esto es orientación para
papás de chicos que no concurren al Centro pero que nos solicitan para saber
cómo pueden hacer para ayudar a sus allegados que sí tienen problemas en
adicciones, esto también se dicta a la manera de un taller, se dicta
semanalmente. Se agregan a esto todas las terapias individuales y las grupales
de quienes participan en el Centro de Día y también de quienes vienen en forma ambulatoria”.
Talleres
Detallando
los objetivos perseguidos en los talleres, Risodé aseguró: “Cuando comenzamos a
funcionar teníamos solamente dos talleres, arte y música, los chicos venían dos
horas por semana, dos veces a la semana. Hoy por hoy, llegamos a cumplir con
todo el horario completo del Centro de Día y agregamos más talleres”.
“Tenemos
el taller de electricidad, el taller de carpintería y el taller de confección
que básicamente están focalizados en lo que es una ocupación diaria. La idea es
que los chicos, por medio de los talleres, puedan adquirir determinadas
habilidades para el día de mañana poder desempeñarse laboralmente” comentó y
aclaró que “también tenemos el taller de cocina, que esta focalizado más allá
de los intereses y los gustos que tienen los chicos, en poder ellos adquirir un
rol y poder aplicarlo tanto en el taller como en la vida diaria, en sus
vínculos diarios, en sus casas, en la escuela, por ejemplo, empezamos a cocinar
algo y uno se encarga de lavar, otro de juntar y oganizar los utensilios que se
utilizan”.
Continuando
con los talleres, puntualizó: “En el Taller de teatro, buscamos que ellos
puedan expresarse libremente, que puedan manifestar sus sentimientos, ya sea de
angustia, de felicidad, que puedan respetarse y escuchar también lo que le esta
pasando a su compañero, que muchas veces es lo mismo que le esta pasando a otro
de ellos. En el taller de Gimnasia, más allá del desgaste físico propio de la
gimnasia lo que se busca es que puedan coordinar los movimientos motores de todo
el cuerpo, que puedan correr, que puedan poner en práctica constantemente lo
que es el aparato respiratorio”.
“En
el Taller de habilidades sociales y técnicas de estudio se persigue buscar un
apoyo, una orientación en lo que tiene que ver con la educación, mucho de los
chicos dejaron la escuela, abandonaron en 8º o 7º grado, entonces pretendemos
que puedan reincorporarse al ámbito educativo y desde acá poder brindarles
determinadas técnicas para que ellos puedan mantener la atención y la
concentración dentro del aula, esto hace al vínculo cotidiano ya sea en la
escuela, en la calle, en el centro, en sus casas, a través de los talleres
buscamos que ellos puedan ir incorporando esto como habito de vida” concluyó.
Terapia individual y grupal
Por
su parte, Alarcón manifestó la metodología de trabajo perseguida en los
espacios de terapia individual y grupal: “Desde que empezamos a funcionar con
el Centro los chicos tienen terapias individuales, pero ahora incorporamos la
terapia grupal dos veces por semana, donde el objetivo de este grupo es generar
un espacio de escucha y de contención, que puedan ocupar un lugar de apoyo, de
identificación”.
Además
subrayó que “allí los chicos hablan de sus problemas, de las situaciones que
están atravesando, cada uno puede escuchar y ser escuchados, donde quizás se
dan distintas respuestas al mismo problema y que si escuchan soluciones desde
un par quizás el mensaje llega mejor la respuesta que desde un adulto. Tratamos
de que ellos puedan ubicarse desde una realidad común y que sea un espacio de
identificación de ellos mismos. Esto les permite reforzar su autoestima, porque
se sienten útiles de poder ayudar a sus compañeros, se sienten apoyados y parte
del grupo”.
“También
hemos hincado las terapias grupales para las familias, ya que es de fundamental
importancia que el chico que asiste al Centro pueda ser acompañado por un
padre, una madre, un adulto, un hermano, alguna persona que pueda ser el sostén
durante el proceso del tratamiento. Los padres cuentan sus experiencias, los
problemas que han tenido por las adicciones, por ejemplo la falta de
escolaridad, que puedan expresar cómo se sienten ellos, qué cambios han notado
en los chicos, que nos planteen si necesitan nuevos modos de vincularse con
ellos” notó.
Por
último afirmó que “en un mes comenzaremos con la terapia multifamiliar, que es
para los chicos que asisten al Centro junto con las familias, para poder
reforzar los lazos y que la comunicación sea más fluida”.
(www.PergaminoCiudad.com.ar)