Seis uniformados de la bonaerense imputados por negligencia y falseamiento en el caso Pomar

Procesados por esa vieja costumbre policial

Cuatro jefes de la Bonaerense de Salto y Pergamino y otros dos uniformados fueron procesados por la fiscalía general de Pergamino. Sobre otros dos hay sospechas. Habían archivado un llamado al 911 e inventado la realización de rastrillajes.
Cuatro jefes de la Bonaerense de Salto y Pergamino y otros dos uniformados fueron procesados por la fiscalía general de Pergamino. Sobre otros dos hay sospechas. Habían archivado un llamado al 911 e inventado la realización de rastrillajes.

LA PLATA, Febrero 19.- La distancia entre la desidia del funcionario policial y la muerte de cuatro personas se redujo en forma abrumadora ayer, después de que el fiscal general adjunto de Pergamino, Mario Gómez, dispusiera el procesamiento de seis de los ocho policías imputados en el caso de la familia Pomar y la citación a declaración informativa (un status intermedio entre la declaración de un testigo y la de un acusado) de los otros dos uniformados investigados. A los procesados se los acusa de negligencia en sus funciones y a dos de ellos por la falsificación de actas de rastrillajes que nunca se realizaron.

 

Entre los seis procesados se encuentran cuatro altos jefes locales de la Bonaerense, lo que habilita a suponer que, más que error, se ve la sombra del hábito. Los Pomar, Fernando, su esposa Gabriela Viagrán y sus hijas Candelaria, de 6 años, y Pilar, de 3, fueron hallados muertos el 8 de diciembre en la curva conocida como de Gahan, a unos 15 kilómetros de Salto, a 24 días de su desaparición, y se presume que de su propia muerte.

 

Durante esos 24 días, la ansiosa fruición mediática por resultados alimentada por fuentes ahora procesadas abrieron un abanico de especulaciones, desde la violencia familiar hasta la fuga por deudas incobrables, pasando por la persecución mafiosa, la locura y la asonada policial.

 

Los procesados por el fiscal Mario Gómez, por negligencia en sus funciones, son:

 

- el jefe de la DDI de Pergamino, Julio Golpe, y

 

- el titular de la Jefatura Distrital Salto, Juan Carlos Ruiz, ambos con la jerarquía de comisario inspector, ya cercanos al vértice de la carrera.

 

- El jefe de la Patrulla Rural de Salto, Daniel Arruvito, y

 

- el jefe de Turno de la DDI Pergamino, Walter Arnaldo Barrera, ambos con la jerarquía de comisarios.

 

- El teniente primero Luis Quiroga, de la Patrulla Rural de Salto, y

 

- el teniente Benito Barcos, encargado del Puesto de Vigilancia de Gahan.

 

Los dos últimos, además, fueron procesados por falsedad de documento público, es decir, no haber realizado los rastrillajes necesarios y luego informarlos como realizados. A ellos se agregan el jefe de la Departamental Pergamino, comisario mayor Roberto Gabin; y el segundo de la DDI Pergamino, comisario inspector Tomás Herrera. Todos habían sido desafectados, a partir de diciembre pasado, por Asuntos Internos. La causa ya lleva tres mil fojas repartidas en 15 cuerpos, con 16 policías investigados, entre ellos los mencionados en la causa penal.

 

El 14 de noviembre, los Pomar habían partido en el Fiat Duna Weekend desde su casa en José Mármol hacia Pergamino. Su último contacto fue a poco de salir de un peaje en El Rodeo, Ruta 7. Esa misma noche, en la conocida como curva de Gahan, ruta 31, a unos 15 kilómetros de Salto, Pomar perdió el control del auto, quizá golpeó una alcantarilla intentando evitar un pozo (la ruta está en muy malas condiciones), mordió el costado y dio varios vuelcos en la maleza. Los cuatro, sin sus cinturones de seguridad y seguramente a alta velocidad, fueron despedidos. Sus cuerpos fueron hallados a metros del auto, que apareció dado vuelta. Pero veinticuatro días después.

 

En realidad, el caso de los Pomar puede tomarse como un manual sobre el funcionamiento de buena parte de la imagen pública de la inseguridad, e

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